En definitiva hay algunos días mas largos que otros, y este fue el caso de este 15 de septiembre, al parecer un día normal, pero cuando se amanece así, no pueden mas que suceder cosas que llenen los días de agradecimiento.
Un entreno de sábado, el despertador 5 am, preparándonos para salir a hurtadillas cuando el resto de la familia esta descerebrada aun en sus camas, salir de noche, preparar una transición y esperar las indicaciones del día de hoy, algunos retrasados apenas pescando el hilo de lo que harán.
El mar nos recibió como pocas veces, transparente, cristalino. Decidimos cambiar el ritmo de nuestra común reparación para solo respirar del lado en el que se asoma el sol. Bromas como siempre, risas y compartir lo que cada uno vio en su nadada. La bici y la carrera fueron igualmente aunque para algunos un entreno difícil, todos nos fuimos con una muy buena experiencia para prepararnos y festejar el grito de independencia por la noche.
Y pues para la fiesta también nos pintamos solos, con lo que pudimos conseguir de atuendos mexicanos, gritamos el VIVA MEXICO, cantamos, bailamos, llevamos comida (mucha comida) para compartir.
Que largo día, pero definitivamente 22 horas muy bien vividas.
GRACIAS FORZA POR COMPARTIR TANTAS HORAS DE NUESTROS DIAS DE ESTA MANERA.
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